Cada vez que los profesores atraviesan la puerta del colegio se encuentran frente a nuevos retos: entre 20 y 30 niños, cada uno con sus motivaciones, cada uno con sus problemáticas; todos con la misma necesidad (aprender), pero no todos con las mismas “ganas”. En este sentido, saber mantener la atención, lograr –profesionalmente- el objetivo de enseñar del modo más eficaz es un mantra que se repite día a día. Para esta ocasión hemos contado con la experiencia de Dácil González Martel, profesora y coordinadora TIC en el madrileño Colegio Alameda.
Hace 3 o 4 décadas el uso de la plastilina y/o arcilla estaba a la orden del día para fomentar en los niños su creatividad (además de otros conceptos geo espaciales). Con esa irrupción sin freno de la tecnología se ha optado por tirar más del «Paint». ¿Por qué debemos volver a los recursos manuales?
El regreso a los recursos manuales, como la plastilina y la arcilla, incluso en la era en la que la tecnología es predominante, tiene múltiples beneficios pedagógicos y psicológicos. Aunque herramientas como «Paint» y otros programas de diseño digital fomentan la creatividad, el uso de materiales tangibles ofrece ventajas únicas que complementan la educación tecnológica, especialmente en los primeros años.
El desarrollo motor, la conexión sensorial, el aprendizaje activo, el desarrollo de la paciencia y la perseverancia o el trabajo en equipo son algunas de las habilidades que no solo complementan sino que también enriquecen el aprendizaje tecnológico. La educación debe ser un equilibrio entre lo digital y lo manual, aprovechando lo mejor de ambos mundos para preparar a los estudiantes para un mundo complejo y en constante cambio.
Sigamos con los recursos manuales. ¿Defiendes y, en tal caso por qué, la escritura manual? (frente a la del ordenador/tableta)
Defiendo la escritura manual junto con el uso de tecnologías como ordenadores y tabletas, ya que ambas formas de escritura ofrecen beneficios únicos en el proceso educativo.
La escritura manual ofrece una serie de beneficios cognitivos y pedagógicos que justifican su prevalencia en el ámbito educativo. Diversos estudios han demostrado que tomar notas a mano mejora significativamente la retención y comprensión de la información, ya que este proceso involucra un nivel de procesamiento cognitivo más profundo, facilitando así el almacenamiento y recuperación de la información aprendida. Además, la escritura a mano estimula áreas cerebrales asociadas con el pensamiento, el lenguaje y la memoria de trabajo, lo que contribuye al desarrollo cognitivo de manera más efectiva que la mecanografía.
Este método de escritura fomenta la creatividad al permitir un tiempo de reflexión adicional que puede propiciar el desarrollo de ideas más profundas, dado que es un proceso más lento comparado con la digitación en dispositivos electrónicos. Asimismo, la escritura manual desempeña un papel crucial en el desarrollo de la motricidad fina, a través de la coordinación de movimientos precisos y coordinados. Para algunos estudiantes, especialmente aquellos con dificultades de aprendizaje, escribir a mano puede ayudar a mejorar la concentración y el procesamiento de la información de manera más efectiva.
¿Qué edad sería la óptima para que un niño accediera a su primer smartphone?
Hace unos años entrevisté a una profesora de un CRA (Colegio Rural Agrupado) donde conviven en el aula niños de diversas edades (de Primaria) y aprendían directamente de la naturaleza. ¿Qué se ha perdido y qué se ha ganado en los colegios urbanos?
En los colegios urbanos se ha ganado un acceso a una amplia gama de recursos y oportunidades de especialización, gracias a su ubicación en entornos densamente poblados y culturalmente ricos. La proximidad a museos, bibliotecas y centros culturales, combinada con una diversidad estudiantil que refleja un mosaico de culturas y perspectivas, enriquece la experiencia educativa al ofrecer a los estudiantes una ventana al mundo más amplia de lo que típicamente podría estar disponible en un entorno rural. Además, la capacidad de estos colegios para ofrecer programas especializados y una variedad de actividades extracurriculares permite a los estudiantes explorar intereses individuales en profundidad, desde las artes hasta la ciencia y la tecnología, fomentando el desarrollo de habilidades y pasiones específicas.
Por otro lado, la transición hacia entornos educativos urbanos ha implicado ciertas pérdidas, particularmente en lo que respecta a la conexión con la naturaleza y la personalización del aprendizaje. Los colegios rurales, con su acceso directo al entorno natural y su enfoque en el aprendizaje práctico y experiencial, ofrecen a los estudiantes la oportunidad de aprender de manera más integrada con el mundo que les rodea. Además, la estructura multigrado típica de los colegios rurales promueve un aprendizaje más personalizado y una fuerte sensación de comunidad, aspectos que pueden diluirse en colegios urbanos más grandes, donde la homogeneidad de edad y el tamaño de la población estudiantil pueden limitar la interacción cercana y el apoyo mutuo entre estudiantes de diferentes edades y antecedentes.
Desde prácticamente los dos años los niños aprenden uno (si no dos) idiomas además del materno. Bien es cierta la comparación de que sus cerebros son esponjas pero, no por ese motivo, se les enseña otros conocimientos; de hecho hubo quien afirmaba que se han creado en los últimos años analfabetos bilingües…. ¿A partir de qué edad debería un niño aprender un segundo idioma?
Es verdad que los niños tienen una notable capacidad para aprender idiomas a una edad temprana, gracias a la plasticidad de su cerebro. Sin embargo, la preocupación sobre la posibilidad de crear «analfabetos bilingües», es decir, niños que hablan dos idiomas pero no dominan completamente la lectura y escritura en ninguno de ellos, es válida y merece atención.
No creo que exista una «edad mágica» única para comenzar el aprendizaje de un segundo idioma, pero sí que cuanto antes mejor, ya que los niños a edades tempranas están en una fase de desarrollo lingüístico activo y son capaces de aprender un nuevo idioma de manera natural y sin el esfuerzo consciente que requieren los adultos.
Es crucial, sin embargo, que el aprendizaje de un segundo idioma no se haga a expensas del desarrollo completo y profundo del idioma materno. La educación debe buscar un equilibrio, donde se fomente la competencia en el segundo idioma sin descuidar el desarrollo del idioma materno en todas sus competencias: hablar, leer, escribir y comprender.
Esto implica proporcionar un apoyo consistente y de calidad tanto en el entorno educativo como en el hogar, asegurando que los niños no solo puedan comunicarse en otro idioma sino que también logren un alto nivel de comprensión lectora y expresión escrita en ambos.
Un poco de tecnología ¿Qué beneficios crees que pueden ofrecer los podcast para los alumnos (y los docentes)?
Los podcasts ofrecen a los alumnos acceso a una amplia gama de contenidos, abriendo ventanas a diferentes temas, perspectivas y voces de expertos de todo el mundo, lo cual enriquece su experiencia educativa con informaciones y contextos variados. Además, son excelentes para desarrollar habilidades auditivas y de escucha, competencias cruciales en una era donde la comunicación efectiva y la capacidad para procesar información auditiva son más importantes que nunca.
Para los docentes, los podcasts son un gran recurso didáctico que complementa y enriquece las clases, introduciendo nuevas formas de presentar la información y abordar algunos contenidos de manera dinámica. Además, pueden servir como una fuente continua de desarrollo profesional, proporcionando acceso a las últimas tendencias educativas, estrategias pedagógicas y debates en el campo de la educación.
Los podcasts pueden fomentar una mayor comunicación y colaboración entre docentes y estudiantes, ya sea a través de la creación de contenidos propios que extiendan el aprendizaje más allá del aula o involucrando a los estudiantes en proyectos de creación de podcasts, lo cual estimula el desarrollo de habilidades de investigación, expresión y trabajo en equipo.
Cuando un alumno suspende tendemos a culpar al alumno por una dejadez en sus funciones (las de estudiar). ¿Cómo incrementar la motivación de los chavales en etapas donde las recompensas son -«simplemente»- aprobar y pasar de curso?
Para hacer que el aprendizaje sea más relevante y estimulante, es crucial conectar el contenido educativo con aplicaciones prácticas y situaciones de la vida real. Al diseñar actividades y proyectos que reflejen problemas y contextos fuera del aula, los estudiantes pueden ver el valor práctico y directo de sus estudios. La adopción de metodologías activas, como el aprendizaje basado en proyectos o el aprendizaje cooperativo, transforma la experiencia educativa, haciéndola más interactiva y permitiendo a los estudiantes ser protagonistas de su propio aprendizaje.
Un aspecto fundamental para fortalecer la autoestima y la motivación de los estudiantes es ofrecer una retroalimentación constructiva que no solo se enfoque en señalar errores sino que también reconozca los esfuerzos y avances. Establecer un ambiente de confianza donde el feedback sea percibido como una herramienta de crecimiento es esencial. Proporcionar a los estudiantes cierto grado de elección y autonomía sobre cómo aprenden y qué aprenden también juega un papel crucial en su motivación. La autonomía fomenta la responsabilidad personal y muestra confianza en sus capacidades.
La integración de tecnología y elementos de gamificación en el aprendizaje introduce un componente lúdico y competitivo que puede hacer el proceso educativo más atractivo. Aplicaciones educativas y sistemas de recompensas digitales añaden un elemento de diversión y desafío que puede incentivar la participación activa. Además, es importante reconocer tanto el esfuerzo como los logros de los estudiantes, no solo mediante elogios sino también a través de sistemas de reconocimiento que puedan incluir premios, valorando su trabajo y dedicación.
Promover un entorno escolar que fomente las relaciones interpersonales y el bienestar emocional es clave para una motivación sostenida. Crear un sentido de comunidad y pertenencia, donde los estudiantes se sientan apoyados y valorados, anima a los estudiantes a involucrarse y comprometerse con su educación. Al combinar estos enfoques, se crea un entorno educativo dinámico y estimulante donde la motivación para aprender florece naturalmente, demostrando que el aprendizaje puede y debe ser una experiencia enriquecedora y gratificante.
Para muchos jóvenes las tecnologías han supuesto un especial via crucis al mostrarles una realidad tergiversada y que ellos no son capaces de diferenciar, tendiendo a dar por bueno todo lo que ven en Tik Tok, Instagram, etc.. ¿cuál es tu opinión sobre esta nueva corriente de limitar el uso de smartphones a menores de edad?
La preocupación sobre el impacto de las tecnologías, especialmente redes sociales como TikTok e Instagram, en los jóvenes es legítima y creciente. Estas plataformas pueden exponer a los menores a una realidad tergiversada, afectando su percepción de sí mismos y del mundo. La propuesta de limitar el uso de smartphones entre menores apunta a protegerlos de los riesgos asociados, incluyendo la exposición a contenido inapropiado, el ciberacoso y la presión social.
Limitar el acceso puede ser una medida preventiva eficaz para reducir estos riesgos, pero también es importante considerar la educación digital y el fomento de un uso responsable y crítico de las tecnologías. Los jóvenes necesitan desarrollar habilidades digitales que les permitan navegar por estos entornos de manera segura y consciente, diferenciando entre contenido real y manipulado.
En lugar de imponer restricciones absolutas, una aproximación más equilibrada podría incluir la supervisión parental, establecimiento de límites de tiempo de uso, y la educación tanto de padres como de hijos sobre los riesgos y beneficios de la tecnología. Esta estrategia no solo protege a los menores, sino que también les enseña a ser usuarios informados y críticos de la tecnología, preparándolos para un futuro en el que indudablemente seguirán rodeados de estos medios.
¿Cómo reconducir a un alumno que se encuentra perdido para que encuentre pasión por aprender?
Reconducir a un alumno que se siente perdido hacia una pasión por el aprendizaje comienza por conocer profundamente al estudiante, prestando atención a sus intereses y cualquier situación personal que pueda influir en su actitud hacia el aprendizaje. Este entendimiento permite identificar puntos de conexión entre el estudiante y el material educativo, haciendo posible adaptar las experiencias de aprendizaje de manera que resulten más atractivas y relevantes para él.
Establecer objetivos de aprendizaje pequeños y alcanzables es un paso crucial en este proceso, ya que fomenta un sentido de logro y mejora la autoconfianza del estudiante. La personalización de la enseñanza para alinearse con los intereses y el estilo de aprendizaje del estudiante puede ser particularmente efectiva, ofreciendo una manera de hacer el contenido curricular más interesante. Involucrar al estudiante en la planificación de su propio aprendizaje, dándole cierto grado de autonomía, también puede aumentar su motivación y compromiso.
Además, es importante proporcionar apoyo emocional y motivacional, creando un ambiente en el que el estudiante se sienta seguro para expresar sus preocupaciones y luchar contra sus inseguridades. Un entorno de apoyo que valora los esfuerzos y logros puede ser decisivo para ayudarle a superar los desafíos y encontrar una verdadera pasión por el aprendizaje.
En los vídeojuegos, la recompensa de pasar de nivel provoca autoestima y euforia a pesar de no un reconocimiento social, cosa que sí sucede cuando se pasa de curso.¿Cómo hacer ver -a los chavales- en septiembre, al principio de curso, la necesidad de «pasar de nivel» en ese vídeojuego que es el colegio?
Presentar el proceso educativo como un videojuego donde «pasar de nivel» representa alcanzar nuevas etapas académicas puede ser una estrategia particularmente motivadora. Esta analogía no solo captura la imaginación de los estudiantes, muchos de los cuales ya son jugadores apasionados, sino que también proporciona un marco familiar para entender el progreso y el éxito en el aula. Al igual que en un videojuego, donde cada nivel superado es un paso hacia un objetivo mayor, los docentes podemos construir una narrativa atractiva alrededor del año escolar, estableciendo metas claras y ofreciendo recompensas tangibles por los logros intermedios. Este enfoque ayuda a contextualizar el aprendizaje dentro de una aventura mayor, dando a los estudiantes una sensación de propósito y dirección.
La incorporación de elementos de gamificación, tales como sistemas de puntos, insignias digitales, y tablas de liderazgo, puede hacer el proceso de aprendizaje más atractivo y visualmente tangible. Estos elementos no solo añaden un aspecto de diversión y competencia sana al aula, sino que también permiten a los estudiantes ver su progreso de manera clara, motivándolos a esforzarse aún más. Además, al fomentar la reflexión sobre el propio aprendizaje y el progreso, a través de diarios de aprendizaje o reuniones de retroalimentación, los estudiantes pueden desarrollar una mayor conciencia de su trayectoria educativa y reconocer sus propios logros y áreas de mejora.
El trabajo en equipo, un elemento central en muchos videojuegos, puede ser igualmente fomentado en el contexto educativo. Al promover proyectos colaborativos y actividades grupales, los docentes podemos ayudar a los estudiantes a apreciar el valor de la cooperación y el aprendizaje conjunto, reflejando la experiencia de superar desafíos en equipo en el mundo de los videojuegos.
Además, el reconocimiento público de los esfuerzos y logros de los estudiantes, ya sea a través de ceremonias de premios, exhibiciones de trabajos, o menciones en reportes de progreso escolares, puede proporcionar un poderoso impulso a su autoestima y motivación. Al igual que la euforia de pasar de nivel en un videojuego, el reconocimiento de los logros académicos celebra el esfuerzo y la dedicación de los estudiantes, reforzando su deseo de seguir avanzando en su «juego» educativo.
Hace unos días nos despertamos con esta -impactante y triste- noticia: un niño de 11 años, abandonado por sus padres, se buscaba la vida para comer, intentaba ducharse como podía en una casa precaria y fue a la escuela durante dos años sin levantar la más mínima sospecha a sus profesores, por sus altas calificaciones. Ahora que hablamos de resiliencia. ¿Crees que se trata de un caso aislado o vivir bajo tanta presión nos hace ser fuertes? (Tengamos que en cuenta que nadie le obligaba a ir a la escuela y él lo hacía voluntariamente; pensemos cuántos niños optarían por ser vagabundos antes que ir a un sitio donde implica esfuerzo físico y cognitivo)
La capacidad de un niño para mantenerse motivado y seguir asistiendo a la escuela bajo tales circunstancias sugiere una fuerza interna excepcional y quizás un sentido de esperanza o un deseo de un futuro mejor. Sin embargo, es crucial reconocer que la resiliencia no debe ser vista como la única solución a situaciones de negligencia o abandono. La sociedad tiene la responsabilidad de identificar y ofrecer apoyo a niños en riesgo para asegurar que no tengan que enfrentarse solos a estas pruebas.
La pregunta de si vivir bajo tanta presión nos hace ser fuertes es compleja. Para algunos, las adversidades pueden forjar una resiliencia y una determinación increíbles; para otros, el impacto psicológico y emocional de tales experiencias puede ser profundamente perjudicial. Lo esencial es que, más allá de admirar la resiliencia de individuos como este niño, se deben tomar acciones para prevenir tales situaciones de abandono y asegurar que los niños reciban el cuidado, el amor, y el apoyo que necesitan para prosperar, no sólo sobrevivir.
