La cuenta atrás para el nuevo curso escolar ya ha comenzado. En apenas unos días los escolares regresarán a las aulas y, con ellos, las extraescolares. Entre ellas, las academias de toda España volverán a ver cómo los alumnos acuden a reforzar conocimientos y entender “desde otra óptica” lo explicado en clase. En este caso charlamos con Teresa Vázquez Sánchez, directora de una academia en Vigo, licenciada en CC Económicas y empresariales con MBA, quien después de dedicarse durante varios años como Directora de finanzas en multinacionales, entró por casualidad a la educación, descubriendo así su verdadera vocación.
Se inicia en pocos días un nuevo curso escolar, con todas las ilusiones puestas tanto por los alumnos como padres y -por supuesto- cuerpo docente. No obstante, las academias de refuerzo juegan un papel fundamental de cara a lograr el éxito educativo. ¿Cuáles son las principales carencias que observas en los niños una vez que arranca el curso?
Desde que doy clase he visto alumnos de todo tipo: los que tienes serias dificultades (los menos), los que buscan una media determinada para alguna carrera, los que se que les da mal alguna asignatura en concreto y -la inmensa mayoría- los desmotivados y, por tanto, desorganizados.
Una de mis principales actividades, además de explicar las materias en concreto, es ayudarles con su organización y gestión de sus obligaciones académicas.
Siempre es muy importante en todo este proceso la colaboración y comunicación continua con los padres, llegando incluso a valorar las situaciones personales de determinados casos.
¿Qué beneficios disfruta un niño que acuda a una academia para reforzar los conocimientos adquiridos en el colegio?
Los beneficios son muchos dependiendo de la situación personal y académica de cada uno.
En el plano académico se aprenden métodos de estudio, formas diferentes de plantear la asignatura, mucha práctica (ejercicios)… y en el plano personal se hacen nuevas amistades, ven más de cerca otras situaciones, conocen cómo enfocan sus temas en otros colegios; y al tener una relación directa, cercana y casi diaria con el alumno se tiene más conocimiento de sus fortalezas y debilidades. Personalmente eso me aporta una información muy útil sobre dónde tengo que centrar más mi esfuerzo y orientar mi trabajo.
A tu academia acuden decenas de niños de diversos colegios (privados, públicos, concertados). ¿Qué aspectos estimas que deberían mejorarse entre los docentes para que los alumnos aprendieran no sólo conocimientos, sino aprender a estudiar?
Yo creo que, independientemente del tipo de colegio, ahora mismo lo que se valoran son las personas.
Es muy importante la figura del profesor y su mayor o menor implicación en su trabajo. Los que transmiten amor por lo que hacen, entusiasmo… esos suelen tener alumnos motivados y buenos resultados además de tener alumnos con más disposición al trabajo.
Pocos son los profesores que se preocupan por los métodos de estudio y trabajo. La mayoría se centran en dar su materia y ya.
De los métodos de estudio y trabajo y de ayudarles a la comprensión de las materias…nos encargamos nosotros.
¿Observas dificultades similares en niños que acuden a distintos colegios?
Sí. Las dificultades son, en general, las mismas.
Quizás en los centros privados se haga un mayor seguimiento de los alumnos pero no quiere decir que en los centros públicos o concertados esto no se haga. En estos últimos se hace más a demanda de los padres.
¿Se puede aplicar una misma técnica de estudios en niños de Primaria que en niños de ESO/Bachillerato?
En general no, incluso ni se puede aplicar las mismas técnicas a alumnos de la misma clase porque las necesidades son diferentes y mi trabajo consiste en resolver las dificultades de cada uno ofreciendo un servicio más personalizado..
Tendemos a pensar que los contenidos curriculares cada vez se alejan más de los obtenidos hace 2 o 3 décadas. ¿Están hoy los niños peor formados (académicamente) que sus padres?
Sin duda sí. El contenido académico es menor ahora que hace unos años y también los niveles de exigencia son menores. Esto provoca que cada vez sea necesario menos esfuerzo para aprobar, lo que supone serias dificultades para terminar en un sistema en el que al final los números sí son importantes (las medias de algunas carreras están disparadas y frustran la carrera de muchos).
¿Cómo crees que cambió la pandemia la manera de enseñar?
En general la pandemia supuso un menor nivel académico. Hubo una especie de relax en las exigencias. Se cambió hasta el formato de los exámenes de la selectividad haciéndolos más asequibles y con más opciones que antes de la pandemia. Realmente aún queda un poco de todo esto, aún no hemos vuelto a los niveles previos a la pandemia.
Lo que queda de esta etapa quizá sea el uso más generalizado de la tecnología aplicada a la enseñanza.
¿Hay asignaturas que se atragantan más a los chicos que a las chicas? ¿Podrías definir determinados patrones donde niños o niñas son mejores
En general no hay patrones pero si queremos hacer alguna diferencia podría decir que las niñas tienen un mayor grado de responsabilidad que los niños. Puede que se deba a que ellos maduran más tarde que ellas, pero es un hecho constatable.
Puesto que tu vinculación con el mundo académico es total desde hace más de 2 décadas, tu academia sirve como un interesante «termómetro «respecto a la dedicación de los profesores (y los resultados obtenidos por los alumnos). ¿Qué 3 consejos darías a los profesores para que los alumnos -además de sacar mejores notas- aprendan la materia para siempre, no sólo para salir del paso el día del examen?
Yo solo diría un único consejo: transmitir la satisfacción del aprendizaje y el gusto por la asignatura que les toque dar.
Esto provoca mayor interés en los alumnos. La mayoría están desmotivados y pasan un poco de todo. A veces esto viene provocado porque algunos profesores también pasan de todo y se limitan -año tras año- a dar lo mismo y de la misma manera cuando esto no debería ser así.
Por ejemplo, tenemos que darnos cuenta que estamos en la era digital y que nuestros alumnos están a un golpe de tecla de todo, están acostumbrados a imágenes, a que todo sea visual y fácil de encontrar y entender. Esto debería suponer un cambio en la forma de explicar determinadas asignaturas para provocar un mayor interés en ellas.

